Nikola Rakocevic y Ricardo Úriz se ponen en la piel de Roberto Blanco. Lo hicieron antes de iniciar una nueva sesión de entrenamiento en el pabellón Multiusos “Ciudad de Cáceres”. Los jugadores del Cáceres Patrimonio de la Humanidad adoptan el papel de coach con dos equipos de la cantera del San Antonio Cáceres Basket.
A primera hora de la tarde, Rakocevic y Úriz no dudaban en pasarse por la Escuela Babybasket para chocar manos e invitar a los más pequeños de la cantera a asistir la próxima semana al partido frente al Liberbank Oviedo Baloncesto. Pero, hoy, los protagonistas, los seleccionados para realizar un entrenamiento de altura eran los alevines y benjamines del San Antonio Cáceres Basket.
Sin perder detalle de las pautas de José Carlos Cotrina, Javi Salas, Javi Gómez y Braulio Arias, entrenadores de la cantera, los chicos y chicas se vieron sorprendidos en las instalaciones del Colegio San Antonio de Padua con la llegada de los jugadores, quienes por una tarde intentarán transmitir sus mejores consejos a estas jóvenes estrellas.
Llegado el momento de las reparticiones, Ricardo Úriz resultó ser el encargado del grupo de alevines masculinos. A pesar de su corta edad, 9 años, compite Aimar Úriz, su hijo.
Por otro lado, Nikola Rakocevic se hacía cargo de sus chicas del benjamín femenino. Han podido mejorar el tiro, la defensa y el bote. Y es que, independientemente de la distracción que supone la visita de los jugadores, los más pequeños de esta gran familia aprenden, disfrutan y, lo más importante, transmiten una gran ilusión.
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