En el acto celebrado en las oficinas de Cajalmendralejo en Cáceres, el interior norteamericano, que ya ha disputado sus primeros partidos como verdinegro, destaca la importancia del juego en equipo para conseguir la salvación en la segunda fase.
El Cáceres Patrimonio de la Humanidad aprovechaba la última mañana libre de entrenamientos antes de dar comienzo oficialmente a la segunda fase de la competición para llevar a cabo la presentación oficial de la última y única incorporación realizada por el equipo en el mercado de invierno, el norteamericano Raven Barber. El acto, que tuvo lugar en las oficinas centrales de Cajalmendralejo en Cáceres, contó con el apadrinamiento por parte de la entidad colaboradora de Guillermo Sanabria, Director de oficina, y Teresa Ramírez, agente comercial de Cajalmendralejo, y con la presencia de José Manuel Sánchez, presidente del Cáceres Ciudad del Baloncesto.
Barber, que llegó a la capital cacereña a mediados del mes de febrero, ha cumplido con creces las expectativas en los tres partidos que ha tenido oportunidad de disputar, como así reconocía el propio José Manuel Sánchez: “Hemos intentado traer al mejor jugador que había en el mercado, con la calidad necesaria para conseguir nuestros objetivos”. Además, el presidente del club verdinegro ha destacado la trayectoria del interior norteamericano, recordando su paso por el Palma de LEB Oro y su etapa en el Benfica, con el que compitió en la Euroliga.
Por su parte, el jugador de Maryland se ha mostrado feliz con su regreso al baloncesto español, y ha asegurado sentirse “contento con el equipo y el juego que están desarrollando”. Pero el interior del Cáceres tiene muy claro cuáles son las metas del conjunto que dirige Roberto Blanco en esta segunda etapa de la competición: “mi principal objetivo es aportar al equipo todo lo que sea necesario para hacer una buena segunda fase, y sería muy bueno empezar con una victoria”.
Raven Barber está ya completamente integrado en la disciplina verdinegra, y ha demostrado ser un jugador versátil capaz de aportar potencia y verticalidad al juego del Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Aunque lejos de ensalzar virtudes individuales, el norteamericano confía en que lo determinante en la pista será la buena sintonía con sus compañeros, ya que como él mismo añadía, “el baloncesto es un juego de equipo, y será en conjunto como consigamos la salvación”.
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